El crochet es un arte sin duda. Un arte muy de moda y muy a la vanguardia, del que salen cosas preciosas y del que estoy orgullosa de haber aprendido de mi madre. Una muestra de ese saber, que no debería perderse nunca, es esta toquilla que confeccioné para un encargo. Iba a viajar miles de kilómetros al norte, a Suecia, para una mujer de 93 años.
Conocer el diseño era fundamental y cuatro fueron los requisitos:
- Que fuera de forma triangular.
- Que fuera calado.
- Que no tuviera flecos
- Color crudo.
Espero que os guste.