Os presento a Lula. Ha llegado a casa para quedarse y presiento que será por mucho tiempo.
El otro día tuve por fin la oportunidad de probar las agujas japonesas que compré. Algunas me preguntábais si merecía la pena gastarse tanto dinero en unas agujas de crochet. La respuesta es un rotundo sí. Son muy cómodas y suaves, no se enredan y se deslizan perfectamente. La muñeca y el dedo gordo se me cansan menos, es decir, que yo las aconsejo si tienes a bien dedicarle al crochet muchas horas.
Se me ocurrió que con Lula podría ir improvisando mi propio patrón de amigurumi, así que no me fijé en ninguna revista ni ningún libro. Fue saliendo espontáneamente de mis manos y por eso le he cogido tanto cariño. La tela de piqué que compré estampada de florecitas rosas le vino al pelo, y me salió muy bien de precio. Quiero hacer un post recopilatorio en mi otro blog sobre las tiendas de telas a las que suelo ir en Málaga y que tienen un surtido bonito y económico. Así también podremos compartir sitios si es que conocéis otros.
Os dejo con unas fotitos de Lula y ya me váis diciendo qué os parece:
Quiero compartir con vosotros otra cosilla que me pasó ayer. Por primera vez le enseñé a mi madre la web Pinterest (que seguro conoceréis todas). Pues bien, no he visto a nadie en mucho tiempo disfrutar como lo hizo ella anoche. Ya no sabía dónde mirar: "mira qué bonito esto", "¿has visto eso?", "eso lo sabía hacer yo"...eran frases de niña con zapatos nuevos. Y yo encantada de descubrirle a ella otros mundos infinitos de inspiración y de recuerdos. Es reconfortante hacer sentir bien a los demás.